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La chupeta electrónica, ¿cuándo es bueno?

Vivimos en una era digital, llena de información que bombardea por doquier, por lo que la introducción de la tecnología a los niños pequeños se ha vuelto inevitable. Sin embargo, como padres y madres o encargados que se preocupan por el desarrollo saludable de sus hijos e hijas, es importante encontrar el equilibrio adecuado entre el uso de dispositivos digitales y la conexión con la naturaleza. ¿Cuándo y cómo deberíamos introducir la tecnología a los pequeños?


Es importante comprender que la exposición temprana a la tecnología en infantes puede tener consecuencias perjudiciales. Según una investigación de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), el uso excesivo de dispositivos electrónicos puede perjudicar el desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños, afectando su capacidad para concentrarse, interactuar y regular sus emociones. Por lo tanto, es importante establecer límites claros en el tiempo frente a la pantalla y priorizar actividades que fomenten el aprendizaje activo y el juego creativo.


Además, no se debe subestimar el valor del juego al aire libre y el contacto con la naturaleza para el desarrollo general de los párvulos. Un estudio de la Universidad de Harvard demuestra que pasar tiempo al aire libre no sólo promueve la actividad física y la salud, sino que también mejora el estado de alerta, reduce el estrés y estimula la creatividad. Los niños que tienen la oportunidad de explorar la naturaleza desarrollan un profundo respeto por el medio ambiente y un aprecio más profundo por el mundo que los rodea.


Por lo tanto, como encargados de la crianza de nuestra prole debemos adoptar un enfoque equilibrado. Introduzca gradualmente la tecnología de manera supervisada, tratando de retrasar lo máximo posible el contacto con dispositivos y una vez que se le permite su uso limitando el tiempo frente a las pantallas. Por otro lado, es relevante que se enfatice el juego activo y la exploración al aire libre, el contacto con la naturaleza ha probado ser sumamente beneficioso para el desarrollo físico y mental de los infantes. A medida que los niños y niñas crecen, podemos aprovechar la tecnología como herramienta educativa complementaria para brindar oportunidades de aprendizaje interactivo y creatividad.


En otras palabras, la introducción de la tecnología a los niños pequeños se debe retrasar lo máximo posible y cuando se decida ponerlos en contacto con la misma debe estar estar guiada por un adulto responsable que utilice un enfoque que equilibre tanto la tecnología como con la conexión con la naturaleza. Finalmente, es relevante conocer que al establecer límites claros y fomentar el juego al aire libre, creamos un entorno que promueve el desarrollo saludable y el bienestar de los estudiantes.




Referencias bibliográficas


1.American Academy of Pediatrics. (2016). Media and Young Minds. Pediatrics, 138(5). https://doi.org/10.1542/peds.2016-2591

2. Harvard University. (2017). The Health Benefits of Time Spent in Nature. Harvard Health Publishing. https://www.health.harvard.edu/newsletter_article/a-prescription-for-better-health-go-alfresco

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